Assassin's Creed IV rescata al pirata español Amaro Pargo

No bebía, cumplía las ordenanzas y no permitía ni las apuestas ni las mujeres abordo. Así era Amaro Pargo, un pirata español que el equipo de Ubisoft rescató del olvido durante el desarrollo de Assassin's Creed IV. Esta es su historia.

Muy pocos han sido los piratas que se han mantenido vivos en la Historia por sus andanzas. De hecho siempre que se habla de la Edad de Oro de la Pirateria vienen a la mente los mismos: Barbanegra, Calico Jack, Charles Bane o Benjamin Hornigold. Todos ellos con unas hazañas y peculiaridades apasionantes que quedan reflejadas en el último juego de la popular saga de Ubisoft, Assassin's Creed IV: Black Flag.

Sin embargo estos no son los únicos que tienen una historia que contar y que lamentablemente han quedado en el olvido. Aquí es donde entre en juego el equipo de investigadores de Ubisoft y la sobresaliente labor que han realizado entrega tras entrega de documentarse de tal manera que luego se presente la época, los lugares y sus personajes históricos de la manera más fiel posible.

Y es que durante la investigación sobre la Edad de Oro de la Piratería, Ubisoft descubrió entre viejos legajos la historia de Amaro Pargo, un famoso corsario español de la época pero desconocido en la actualidad hasta ahora.

El descubrimiento de este personaje lo explica Antonio Alonso, Brand Manager de Ubisoft España. "Uno de los pilares fundamentales de las historias que contamos es que se basan en hechos históricos. Para ello es fundamental el trabajo de investigación y documentación. Tiene que ser muy riguroso y estricto con lo que ocurrió. En una de la reuniones de trabajo que tuvimos, se nos explicó el papel fundamental que tuvo España en la época de oro de los piratas. Y de los nombres que se pusieron sobre la mesa, destacaba, sobre todos, el de Amaro Pargo. Que, se debe puntualizar, fue corsario. Porque trabajaba para el rey de la época".

Un pirata peculiar

Amaro Rodríguez Felipe y Tejera Machado, nació en mayo de 1678 en La Laguna (Tenerife) y se le conocía popularmente como Amaro Pargo.

Comerciante español y corsario a partes iguales, Pargo se distinguió por varios motivos que chocan con la faceta que todos identifican propias de un pirata: bebía poco, era un ordenancista riguroso y tampoco toleraba las apuestas a los naipes o a los dados, todas las querellas debían resolverse en tierra. Amaro no estaba dispuesto a tolerar ninguna pelea entre su tripulación a bordo. Además no permitía la presencia de mujeres abordo. Esto último era bastante común por tema de superstición ya que muchos pensaban que el tener a una mujer abordo daba malfario.

Durante sus años ligado a la piratería y el comercio se calcula que Amaro pudo recaudar una fortuna equivalente a varios millones de euros actuales. Hasta tal punto se estima el valor de su botín que su casa en Machado (El Rosario-Tenerife), ha sufrido constantes saqueos en busca de su tesoro. La vivienda está actualmente destruida por los saqueadores que dicho sea de paso no han encontrado ningún cofre. La leyenda habla de que otro de los lugares que podría albergar sus tesoros, es la rocosa zona de la cueva de San Mateo, que servía para esconder sus botines.

La figura de Amaro Pargo no se introdujo finalmente en Assassin's Creed IV: Black Flag aunque sí aparece en la figura de uno de los personajes que no citaré por tema de spoilers la característica de no permitir apuestas y juegos en su navío con tal de evitar peleas.

No obstante este pirata español puede sentirse afortunado de que su historia haya sido rescatada del tormentoso mar que es el olvido tal y como señala Antonio Alonso, de Ubisoft. "Por justicia histórica. Porque Amaro Pargo es un personaje que tenía la misma reputación y popularidad que Barbanegra o Francis Drake".

De hecho este no es el final de la historia de Amago Pargo ya que recientemente se han exhumado los restos de este corsario español los cuales estaban enterrados en la Iglesia de Santo Domingo en La Laguna (Tenerife). La intención es la de crear su árbol genealógico y si es posible ponerle cara a este naufrago de la Historia.