Análisis de Silent Hill Downpour


Trece años han pasado desde que el primer Silent Hill revolucionó el mundo de los videojuegos y del género survival horror creando una atmósfera de terror y angustia que se extendía a lo largo de todo el juego. Trece años en los que a través de los ocho juegos que se han puesto a la venta, esta saga de miedo psicológico ha logrado no sólo sobrevivir al ser de las pocas que aún tienen su lugaren las estanterías y en la agenda de los seguidores de Konami en un género nada fácil de mantenerse. Mucho ha llovido (expresión que viene como anillo al dedo a Silent Hill Downpour) desde que salió a la venta la trilogía original, considerada como los mejores Silent Hill, y desde entonces han salido a la venta títulos que han tenido tanto fieles defensores como críticas despiadadas por no estar a la altura. Downpour hace que balanza esté más equilibrada que nunca.

Bienvenidos a Silent Hill, de nuevo

Si algo ha caracterizado a la saga Silent Hill ha sido por presentar una auténtica historia de miedo que engancha desde el principio y que a pesar de la angustia y de saber que lo vas a pasar mal no puedes soltar el mundo porque quieres saber qué ocurre y resolver los misterios que rodean la trama.

Los escenarios son más amplios y con numerosos detalles
Silent Hill Downpour cumple con esta máxima a la perfección. En esta ocasión el jugador se pondrá en la piel de Murphy Pendlton, un hombre que se encuentra en la cárcel sin que se conozcan en un principio los motivos de porqué tiene que cumplir esta pena. Durante los primeros minutos y mientras se asiste a un tutorial de movimientos básicos Murphy le dará una brutal paliza a un hombre en las duchas de la cárcel, un hombre que parece conocer muy bien aunque éste no le reconozca.

Tras este suceso Pendleton será trasladado a otra prisión junto con otros presos, sin embargo el autobús que los traslada sufrirá un accidente. Cuando Murphy despierte tras quedar inconsciente se verá solo con el autobús destrozado a un lado y en medio de un bosque envuelto en una densa niebla. Su intención será la de escapar antes de que llegue la policía y sus pasos le llevarán a Silent Hill donde inevitablemente deberá enfrentarse a su pasado, a sus miedos y a vivir sus peores pesadillas.

La idea es volver a mostrar a Silent Hill como la herramienta para que el protagonista se de cuenta de que no puede escapar de su pasado al igual que ocurría en juegos anteriores y a través de una historia cargada de misterio donde, mientras la finalidad del protagonista es la de escapar del pueblo, la del jugador es la de conocer por qué ha terminado allí.

No están del todo aprovechados los personajes secundarios
Todos los misterios que rodean a un personaje totalmente desconocido al principio se van resolviendo a la vez de otros que van surgiendo a lo largo de la aventura sobre todo relacionados con los personajes secundarios que irán apareciendo en la historia. En este aspecto está uno de los puntos flacos de Downpour y es que, aunque demuestran que al margen de Murphy ha habido una historia previa en el pueblo de Silent Hill antes de que apareciera como paisano, no se explota al máximo el potencial o el juego que podían dar y simplemente están como meros figurantes.

Hay mucho por investigar en Silent Hill
Los secretos de un pueblo maldito

Las siete horas aproximadas que dura la aventura principal se ven ampliadas a varias más dependiendo de el interés que se tenga en completarlo al 100% y descubrir todos los misterios que encierran las calles de Silent Hill. El contenido adicional se ha incrementado bastante en Downpour. Por ejemplo la historia de Murphy no solamente se va resolviendo a través de las animaciones que irán apareciendo sino que el propio Silent Hill irá recordándole los pecados cometidos, así como otros sucesos que no guardan relación con él, a través de documentos desperdigados por todos los rincones del pueblo y que pueden recopilarse y consultarse en su ‘diario’.

Además en Silent Hill hay otra vida, o al menos la había, y es posible conocer algunos detalles del pasado de sus habitantes y de algunos edificios en las llamadas Misiones Secundarias, las cuales se elevan a la cantidad de doce. Estas misiones, al margen de la historia principal pueden realizarse en cualquier momento de la aventura y pueden estar en los lugares menos inesperados. Por ejemplo, ya que Downpour permite acceder a los hogares aunque no sea tan fácil, se da la situación de que en uno de los inmuebles había un vecino que robaba a los demás inquilinos y cuyos llantos por sus perdidas aún pueden oírse en las habitaciones y pasillos del enclave. La misión de Murphy si decide aceptarla es la de recuperar esos objetos robados y devolverlo a los apartamentos correspondientes. Otra misión es la de investigar quién está detrás de la aparición de varios coches de policía que patrullan las calles del pueblo si está abandonado.
Se conocerán sucesos de la vida pasada de este pueblo maldito

Todos estos momentos aparecerán una vez llegado a Silent Hill que es donde se permite la exploración de sus calles, hasta entonces y a pesar de que los escenarios son bastante amplios, el recorrido es puramente lineal.

Además en esta ocasión existirá la oportunidad de tomar decisiones que afecten al final del juego como la de salvar o no a alguno de los protagonistas secundarios, provocando desvelar un final u otro de los seis disponibles.

Escenario similar al Apartamento 302 de The Room
Herencia de Silent Hill

A lo largo de la aventura es inevitable sentir nostalgia en determinadas ocasiones ya que Downpour está cargada de elementos de juegos anteriores de la saga. Para empezar uno de los documentos perdidos en las calles entre la niebla es un cartel de un niño desaparecido, clave en la historia y cuya identidad no es conveniente desvelar. Hay que recordar que el primer juego comenzaba cuando un padre llegaba a Silent Hill siguiendo los pasos de su hijo quien también había desaparecido.

El protagonista, Murphy Pendleton, es un hombre atormentado, sin poder escapar de la pena y la culpa y con oscuros sucesos acontecidos en el pasado aún muy presentes en su vida como James Sunderland o Alex Sheperd (protagonistas de Silent Hill 2 y SH Homecoming).

De hecho si hay tiempo y se quiere explorar el pueblo a fondo es posible encontrar un escenario similar al Apartamento 302, lugar clave de Silent Hill 4: The Room.

Terror psicológico en estado puro

La tensión y el miedo característico de Silent Hill sigue estando presente en Downpour empezando por la ambientación de los escenarios muy lograda teniendo en cuenta que todo se desarrolla en un pueblo abandonado con bastantes sucesos oscuros acontecidos y vistos a lo largo de los juegos de la saga.

Luces y sombras harán pasar malos ratos
La intención es de crear una atmósfera de terror en la que siempre haya que estar alerta ya que las pesadillas pueden hacerse realidad en cualquier momento y aparecer desde cualquier parte. Asimismo la tensión será constante sobretodo en los lugares cerrados y sobretodo oscuros como es el caso de introducirse en una casa a través de una de las ventanas del sótano donde la oscuridad es total. En dicho sótano para iluminarse no será bastante con un mechero sino que además habrá que usar una linterna para que la visibilidad sea mayor pero esto hace que sea incapaz de defenderse ante lo que pueda aparecer. Luz y oscuridad en espacios cerrados crearán también sombras que harán que la cautela y el terror sean mayor.

El apartado sonoro no contribuye tampoco a que la aventura sea plácida ya que serán muy habituales susurros y voces que no deberían de darse en lugares abandonados. Por ejemplo se oirán risas de niños en lugares marcados por tragedias relacionadas con una excursión de la escuela. A esto hay que añadir situaciones fuera de contexto como televisiones encendidas cuando no hay luz en ningún lugar del edificio o las clásicas mecedoras que dejan de moverse cuando se entra en la habitación.

Con la entidad roja y negra lo primorcial es escapar
Cuidado con el agua

Lo normal en una historia de terror es que haya que temer a la oscuridad pero en Silent Hill Downpour no se da el caso. Cuando de verdad sabes que algo va a pasar y que no será nada agradable es cuando aparezca en el agua. En ese momento hay que preocuparse y prepararse para lo peor. Ya sea con los aspersores para sofocar un incendio o simplemente cuando empiece a llover, la presencia del agua hará que Murphy se traslade a ese otro mundo parecido al nuestro pero oxidado y deforme y donde las peores pesadillas se hacen realidad. Además en este ‘mundo alternativo’ hace acto de presencia una especie de entidad roja y negra que irá adsorbiendo todo lo que hay a su alrededor y también a Murphy si no huye a traves de pasillos y poniendo obstáculos para ralentizarla.

Se pueden rematar a los enemigos o dejarlos incapacitados
Este ser no será lo único que haya que temer y enfrentarse sino que habrá multitud de criaturas que no se lo pondrán fácil. Para combatirlas hay toda una gama de objetos repartidos por el escenario que se podrán (ladrillos, sillas, hachas, extintores, piedras, cuchillos, sertenes, etc.) además de armas de fuego como pistolas o escopetas. En esta ocasión y como viene siendo habitual los objetos conforme se vayan usando se irán deteriorando por lo que es preferible usar un arma menos dañina pero nueva a una más fuerte aunque esté a punto de hacerse pedazos.

A esto hay que añadir la presencia de puzzles con distinto grado de dificultad para complicar aún más las cosas. Factor que sumado al ‘mundo alternativo’ y los combates provocan momentos y secuencias espectaculares.

Además un dato importante es que apenas hay momentos de carga entre una secuencia y otra o en el proceso de abrir una puerta y entrar en la habitación, pero Downpour tiene la desventaja de que tiene bastantes momentos de tearing o tirones.


Silent Hill no está tan abandonado como se cree
Conclusiones

En definitiva Silent Hill Downpour es un gran juego de la saga y que sigue la estela de la trilogía original con una historia que engancha desde el principio, bastantes misterios por descubrir y misiones secundarias y diversos finales que alargan aún más la vida del título. Es un juego que hace gala a la saga a la que pertenece provocando una constante sensación de angustia pero que peca de no aprovechar a los personajes secundarios y del molesto tearing.

Dicho esto sólo queda apagar las luces para crear ambiente y pasar un buen rato con Silent Hill Downpour… si pueden.

Cuidado con el agua, no trae nada bueno

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