Especial 25º aniversario: La historia de Metal Gear Solid: sus orígenes


Táctica, espionaje y acción. Cualquier aficionado a los videojuegos que oiga estas tres palabras seguidas inevitablemente las relacionará con Solid Snake y Metal Gear Solid. La saga creada por Hideo Kojima, considerada por muchos como una obra maestra, sobre todo algunos títulos, cumple 25 años. Un cuarto de siglo cargado de sorpresas, conspiraciones, giros argumentales, infiltración y, en definitiva, mucho Metal Gear. Las siguientes líneas suponen un viaje en el tiempo para recorrer la historia del soldado Solid Snake en el mundo de los videojuegos desde que apareció por primera vez en MSX2 hasta la actualidad en Playstation 3 y ver la evolución que ha sufrido.

El primer Metal Gear

Para conocer el origen de la saga Metal Gear Solid hay que remontarse al verano de 1987 cuando aparecía para el ordenador MSX2 un título llamado Metal Gear. Nadie sabía que lo que tenían en las manos era una reliquia del mundo de los videojuegos y la fama que llegaría a tener tanto dicha franquicia como su protagonista.

La acción comenzaba con un hombre vestido de submarinista que mientras buceaba recibía unas instrucciones muy precisas: “infiltrarse en la fortaleza Outer Heaven y acabar con Metal Gear, ¡el arma definitiva! (cuantas veces se oiría esto último en los años posteriores). La orden provenía de un tal Big Boss, jefe del cuerpo de operaciones especiales llamado FOXHOUND, y eran destinadas a un desconocido Solid Snake quien además debería de restablecer el contacto con el agente original de la misión y desaparecido en combate: Gray Fox.

Elementos únicos y perdurables

¿Por qué la saga de Konami fue tan especial? Muy simple, Metal Gear rompió todos los esquemas preestablecidos para los juegos de acción. De orquestarse como un juego más de tiros Hideo Kojima lo rediseñó de arriba a abajo y le introdujo elementos nunca vistos hasta la fecha: definió a los protagonistas y les otorgó una historia para hacerles parte de una compleja trama que se iría conociendo a través de conversaciones con los distintos personajes de la aventura. Para colmo la aventura no se basaba en la acción sino en la infiltración.

Tal fue la importancia de Metal Gear que algunos de sus elementos se han mantenido hasta nuestros días. Es el caso por ejemplo del giro inesperado al final de la aventura como fue el caso de enterarse en 1987 de que el líder de Outer Heaven era en realidad el propio Big Boss, quien nos había dado la misión de infiltrarse, o la interacción de personajes no con otros componentes de la historia sino con el propio jugador. En un momento de la trama el líder de FOXHOUND nos ordena apagar el ordenador y acabar la partida sorprendiéndonos y sin saber qué hacer.

También se asistió al nacimiento del clásico ‘!’ cuando nos poníamos en el campo de visión de la cámara y que indicaba que nos habían detectado y del “!!’, es decir, situación de alerta y había que irse por piernas ya que una multitud de soldados iban a por Snake. Conversaciones por radio con otros personajes que sólo se desarrollaban si se descubría el dial exacto o jefes finales con habilidades especiales fueron otras de las innovaciones.



Los Metal Gear de NES, cambios imperdonables

El primer Metal Gear sólo pudo disfrutarse en Japón y en partes concretas de Europa, lugares donde se vendía el MSX. Un directivo de Konami decidió que la saga debería de cruzar ‘el charco’ en 1988 y adaptarla a NES, acción que realizaron en tres meses. El resultado fue catastrófico.

Para empezar se olvidaron completamente de Hideo Kojima y alteraron tanto la historia como los personajes de Metal Gear. De una infiltración submarina se pasó a un Snake lanzado en paracaídas desde un avión junto con otros cuatro soldados. La organización de Outer Heaven se modificó hasta tal punto de que el líder no era Big Boss sino el ‘coronel Vermon CaTaffy’ al mismo tiempo que el jefe de FOXHOUND era mencionado como ‘Comandante Sur’. Para colmo la lucha contra el Metal Gear era sustituida por un enfrentamiento contra un ordenador. En resumen, lamentable de principio a fin.

Pero, ¿hay algo peor que esto? Evidentemente hacer una secuela del desastre que fue su predecesor. En 1990 salía a la venta para NES también Snake’s Revenge. Otra vez ignorando a Hideo Kojima la acción era protagonizada por dos hombres no por Snake solamente. La acción transcurría en una amplia variedad de entornos y se jugaba con la interacción de los elementos, por ejemplo había que aprovechar la iluminación de los escenarios para avanzar y esquivar a enemigos de los más variopintos como soldados montados en helicópteros monoplazas. Solid Snake era descrito como ‘un experto en artes marciales’ y hacía cosas nunca vistas y que no se han vuelto a ver como es lanzar cuchillos. La gota que colmó el vaso fue el enemigo final: Big Boss, o al menos una versión cyborg del líder de Outer Heaven.

Fue en 1990 cuando se dieron cuenta en Konami de que un Metal Gear sin la participación de Hideo Kojima no es un Metal Gear y está condenado al fracaso. Simplemente hay que remitirse a los hechos.



Los cimientos del mejor Metal Gear

Lo curioso es que Hideo Kojima no se planteó continuar en un primer momento la historia de Metal Gear después del juego original pero fue ver los títulos que se estaban sacando para NES y ponerse manos a la obra para hacer una secuela digna.

El resultado fue Metal Gear 2: Solid Snake para MSX2 en 1990: uno de los grandes juegos de la saga y que erigió los pilares de los juegos posteriores y actuales. Todos los elementos que hicieron famoso a su predecesor fueron mejorados un nuevo nivel. Por ejemplo la infiltración era más necesaria que nunca ya que se le dio a los enemigos una Inteligencia Artificial mejorada hasta el punto de que llegaban a escuchar los pasos de Snake. El miembro de FOXHOUND no obstante tenía nuevos métodos para despistarlos como golpear las paredes para atraer a los enemigos y atacarlos por detrás (una práctica que ha llegado a nuestros días) o usar un ratón-robot con similar función.

El arsenal fue ampliado y aparecieron puzzles y enemigos finales contra los cuales más que disparar había que estudiarlos y descubrir su punto débil. De hecho en Metal Gear 2: Solid Snake aparece el primer ninja cibernético de la saga, un papel que han tenido muchos personajes posteriormente. Como no podía ser de otra manera, el juego terminaba obligándonos a enfrentarnos a un nuevo Metal Gear, controlado por el viejo compañero de Snake, Gray Fox, y a Big Boss.

Y es que si los giros argumentales fue una sorpresa en 1987 esta vez fue a mayor ya que todos los que se pensaban que eran amigos de Snake resultaron ser en esta ocasión enemigos. Todo para darle al juego las características de conspiración, honor, la guerra sin sentido o la idea de Big Boss de crear un lugar para soldados que no defendían ni patria ni valores y dejaran de ser peones de los Gobiernos propias de los sucesivos Metal Gear.



Los cimientos para crear el Metal Gear perfecto estaban creados pero la edad dorada de la saga Metal Gear Solid no llegaría hasta finales de los años 90 y comienzos del siglo XXI… aunque esa es otra historia.
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3 comentarios :

  1. buenisimo el artículo!! para mi metal gear es especial, ahora estoy jugando sin parar a la colección hd y deseando que salga el parche con trofeos para tener escusa de jugar al mgs4!!!!!
    encima, van a anunciar el 5 aunque me preocupa un poco q quemen la saga....en fin, confío en kojima, pues si se implica no puede ser un mal juego!!

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  2. Sin duda toda una gran saga, los juegos del MSX2 son muy buenos, recomendables al 100%

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  3. Ni que decir tiene que la segunda parte del Especial está en marcha con el paso de la saga a Playstation y su Edad de Oro. Llegó el momento de hablar de Los Patriotas...

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